Conductas Atípicas
introduccion
En el ámbito del desarrollo infantil y juvenil, es fundamental reconocer y comprender las conductas atípicas que pueden manifestarse en diferentes contextos, como el hogar o la escuela. Entre las más comunes se encuentran la agresividad, la hiperactividad y el retraimiento. Estas conductas, al alejarse de los patrones considerados típicos para la edad y etapa evolutiva del individuo, pueden afectar significativamente su bienestar emocional, social y académico.
Situaciones atípicas que afectan el aprendizaje escolar.
Conducta atípica (Agresividad,Hiperactividad, retramiento )
la conducta atípica se manifiesta a través de comportamientos como la agresividad, la hiperactividad o el retraimiento, ya que estas acciones no corresponden al desarrollo esperado para la edad. Estas conductas pueden ser señales de que la persona necesita apoyo emocional, psicológico o educativo. Es importante observarlas con atención para brindar la ayuda necesaria.
1. Agresividad
Es una conducta que implica actuar con violencia verbal o física hacia otros o hacia uno mismo, y puede ser una forma de expresar frustración, enojo o violencia hacia otras personas o consigo mismo.
Sintomas:
• Golpes, mordidas, empujones a otros niños, dificultad para controlar el enojo.
Consecuencias:
• Rechazo por parte de compañeros
• Dificultad para establecer establecer relaciones saludables.
• Posibles sanciones escolares o familiares.
2. Retraimiento
conducta atípica que se da cuando un niño se aleja de los demás, no habla mucho, no participa en juegos ni actividades y prefiere estar solo. Es como si tuviera miedo o no se sintiera seguro para relacionarse con otros.un niño retraído necesita comprensión, apoyo y mucho cariño. No hay que obligarlo a hablar o a participar, sino darle confianza poco a poco. A veces, detrás del retraimiento hay tristeza, inseguridad o situaciones difíciles que nadie nota
Síntomas:
• Prefiere jugar solo.
• No participa en actividades grupales.
• Baja comunicación con el entorno.
Consecuencias:
• Falta de desarrollo de habilidades sociales.
• Riesgo de depresión o ansiedad.
• Problemas de adaptación escolar o emocional.
3. Hiperactividad
en la que el niño se aísla, no quiere hablar ni jugar con otros, y evita el contacto social. No es simplemente timidez, sino una actitud constante de alejamiento que puede afectar su desarrollo emocional y social.
Síntomas:
• Incapacidad para permanecer quieto.
• Interrumpe constantemente a otros.
• Dificultad para esperar su turno.
• Habla en exceso o se muestra impulsivo.
Consecuencias:
• Bajo rendimiento escolar por falta de concentración.
• Conflictos con adultos y otros niños.
• Baja autoestima por constantes llamados de atención.
• Riesgo de exclusión escolar o social.
reflexión personal:
conducta atípica debe ser atendida desde sus causas. No siempre es culpa del niño, a veces refleja situaciones emocionales no expresadas, falta de orientación o modelos negativos. Es importante actuar con comprensión y límites claros para evitar consecuencias a largo plazo.estas conductas no deben verse solo como un “mal comportamiento”, sino como una señal de que el niño necesita ayuda. Cada niño es diferente y puede estar pasando por problemas emocionales, familiares o escolares.
Conclusión
Cada una de estas conductas tiene causas y expresiones distintas, pero todas pueden dificultar el desarrollo integral si no se abordan a tiempo.Creo que es importante observar con empatía y comprensión, sin juzgar, para poder entender qué hay detrás de estas actitudes. La agresividad puede ser un grito de ayuda, la hiperactividad una forma de expresar ansiedad o necesidad de atención, y el retraimiento una señal de inseguridad o miedo.Considero que con el apoyo adecuado de la familia, docentes y profesionales, es posible ayudar a los niños a manejar sus emociones, fortalecer su autoestima y desarrollar habilidades sociales que les permitan integrarse de manera positiva en su entorno. Por eso, intervenir a tiempo y con cariño puede marcar una gran diferencia en su vida.
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